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Después de haberlo pospuesto varias ocasiones por diversas situaciones (Fleur, tu me manques), al fin fui a ver la exposición de las obras de El Greco en el Palacio de Bellas Artes con mi querida Jo.
Debo decir que fui a verlo con cierto recelo, pero con mucha curiosidad. Las obras más conocidas del Greco (las de su madurez artística), siempre me parecieron raras, un tanto deformes y los colores tan intensos me resultaban un poco extraños. YA NO MÁS.
Créanme, las fotografías no hacen justicia a la fuerza y la inquietud que produce estar frente a frente a una obra del Greco. La técnica, la fuerza de las pinceladas, la intensidad de las miradas, la pasión de los santos, las barbas arremolinadas, las manos deformes, los cuerpos fornidos... ¡WOW!
Si están en la ciudad de México, vayan a verlo (pero no en domingo, hay mucha gente).
Por cierto, cuando fui ayer, había verbena puesto que se celebran los 75 años de mi querido Palacio de Bellas Artes.
Les dejo algunas fotos. Verbena y fila para entrar a ver al Greco:
Interior de la cúpula del Palacio de Bellas Artes:
Interior, murales y escaleras del palacio:
Había oradores narrando la historia del Palacio:
Ya que andábamos en el centro, dimos nuestra tradicional caminata de la Alameda al Zocalo. En el camino entramos al templo de San Francisco, al pie de la Torre Latinoamericana, donde tomé esta fotografía del altar:
Mural dentro del templo:
Gran cruz en la entrada del templo:
¿Recuerdan mi foto toda Geek de la Gandhi? Pues ahora les traigo otra fotografía, de la misma librería, mejor tomada, pero en la planta alta (sí Linky, aun busco tu libro):
Fotografía del Palacio Nacional antes de tomar el metro y despedirme de Jo:
Por cierto, nunca he entrado al Palacio Nacional, me declaro culpable, a ver si un día armamos la visita guiada. ¿Quién se apunta?
Para saber más:
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Después de haberlo pospuesto varias ocasiones por diversas situaciones (Fleur, tu me manques), al fin fui a ver la exposición de las obras de El Greco en el Palacio de Bellas Artes con mi querida Jo.
Debo decir que fui a verlo con cierto recelo, pero con mucha curiosidad. Las obras más conocidas del Greco (las de su madurez artística), siempre me parecieron raras, un tanto deformes y los colores tan intensos me resultaban un poco extraños. YA NO MÁS.
Créanme, las fotografías no hacen justicia a la fuerza y la inquietud que produce estar frente a frente a una obra del Greco. La técnica, la fuerza de las pinceladas, la intensidad de las miradas, la pasión de los santos, las barbas arremolinadas, las manos deformes, los cuerpos fornidos... ¡WOW!
Si están en la ciudad de México, vayan a verlo (pero no en domingo, hay mucha gente).
Por cierto, cuando fui ayer, había verbena puesto que se celebran los 75 años de mi querido Palacio de Bellas Artes.
Les dejo algunas fotos. Verbena y fila para entrar a ver al Greco:
Interior de la cúpula del Palacio de Bellas Artes:
Interior, murales y escaleras del palacio:
Había oradores narrando la historia del Palacio:
Ya que andábamos en el centro, dimos nuestra tradicional caminata de la Alameda al Zocalo. En el camino entramos al templo de San Francisco, al pie de la Torre Latinoamericana, donde tomé esta fotografía del altar:
Mural dentro del templo:
Gran cruz en la entrada del templo:
¿Recuerdan mi foto toda Geek de la Gandhi? Pues ahora les traigo otra fotografía, de la misma librería, mejor tomada, pero en la planta alta (sí Linky, aun busco tu libro):
Fotografía del Palacio Nacional antes de tomar el metro y despedirme de Jo:
Por cierto, nunca he entrado al Palacio Nacional, me declaro culpable, a ver si un día armamos la visita guiada. ¿Quién se apunta?
Para saber más:
- Palacio de Bellas Artes
- El Greco llega a Bellas Artes
- Bellas Artes celebra 75 años con desfile
- Palacio Nacional
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