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Si, así como se lee en el título, tuve un sueño de lo más aburrido... justo como las viejas caricaturas que repiten ad náuseam de Scooby-Doo.
Pues fue algo así como la noche del martes:
Soñé que estaba en una tienda de ropa oscura y deprimente -que me recuerda a las de Ciudad Obregón o unas horribles de Tijuana-, con un grupo de personas -entre ellas una chava con la que yo presumiblemente estaba relacionado sentimentalmente- y un intendente nos estaba contando que había un fantasma acosando la tienda.
Yo -todo un hombre de ciencia-, comenzaba a decir:
-Esas son mamadas, los fantasmas no existen.
Y de pronto, que sale de la nada una chava con chamarra de piel negra y cabello blanco recortado a la altura del hombro, en una moto y atravesando la tienda a toda velocidad para finalmente, desaparecer cruzando por un escaparate de cristal sin romperlo.
Yo -en mi sueño-, comencé a pensar:
-No, eso es una proyección... a huevo, utilizaron un proyector de cine.
Así que me salía corriendo y en la calle perseguía a la chava de la moto, mientras seguía pensando:
-Si, a huevo, es un proyector de cine... aquí debe haber otro: encima de esa casa.
De pronto, al final de la calle había una reja como de cementerio, grande y tétrica, y la chava desaparece cruzandola. Entonces yo me quedaba jadeante (con mi buena condición física de hombre de ciencia) pensando:
-Si, son proyectores.
Entonces aparece la chava con la que estaba en la tienda, se me acera y le cuento lo que estoy pensado...
¡Y zaz! Que despierto sin haber resuelto el misterio.
Pd 1. No creo haber utilizado ese vocabulario en mi sueño, pero así me plació contarlo.
Pd 2. Como le hubiera gustado a mi querida Jo: no he tenido la segunda parte de ese sueño.
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Si, así como se lee en el título, tuve un sueño de lo más aburrido... justo como las viejas caricaturas que repiten ad náuseam de Scooby-Doo.
Pues fue algo así como la noche del martes:
Soñé que estaba en una tienda de ropa oscura y deprimente -que me recuerda a las de Ciudad Obregón o unas horribles de Tijuana-, con un grupo de personas -entre ellas una chava con la que yo presumiblemente estaba relacionado sentimentalmente- y un intendente nos estaba contando que había un fantasma acosando la tienda.
Yo -todo un hombre de ciencia-, comenzaba a decir:
-Esas son mamadas, los fantasmas no existen.
Y de pronto, que sale de la nada una chava con chamarra de piel negra y cabello blanco recortado a la altura del hombro, en una moto y atravesando la tienda a toda velocidad para finalmente, desaparecer cruzando por un escaparate de cristal sin romperlo.
Yo -en mi sueño-, comencé a pensar:
-No, eso es una proyección... a huevo, utilizaron un proyector de cine.
Así que me salía corriendo y en la calle perseguía a la chava de la moto, mientras seguía pensando:
-Si, a huevo, es un proyector de cine... aquí debe haber otro: encima de esa casa.
De pronto, al final de la calle había una reja como de cementerio, grande y tétrica, y la chava desaparece cruzandola. Entonces yo me quedaba jadeante (con mi buena condición física de hombre de ciencia) pensando:
-Si, son proyectores.
Entonces aparece la chava con la que estaba en la tienda, se me acera y le cuento lo que estoy pensado...
¡Y zaz! Que despierto sin haber resuelto el misterio.
Pd 1. No creo haber utilizado ese vocabulario en mi sueño, pero así me plació contarlo.
Pd 2. Como le hubiera gustado a mi querida Jo: no he tenido la segunda parte de ese sueño.
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1 Rumor(es):
Tu inconsciente te dice que nunca creas al 100% en nada, que todo te lo cuestiones jejeje. No, no, no me llamo Freud.
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