Hein?

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Sí, el tipo ese, cantante, ídolo de masas, poseedor de un ego más grande que el mío. Generalmente lo tolero -ya que crecí oyéndolo-, pero hoy es personal.

Uno de mis vecinos organizó una fiesta -cual de ellos, no sé bien- y toda la noche han estado duro y dale con las canciones de Luismi -como se lo llama en este país-. Primero contrataron a un grupo o cantante, este estuvo variando entre los diversos exponentes del pop mexicano pero haciendo énfasis en Luismi.

A esta hora -1:05 a.m.- , el tipo que cantaba: o se fue a comer o ya se fue a su casa; pero las bocinas siguen tocando Luismi y a pesar de poner mi música, no puedo sofocar el ruido que producen estos tipos...

Otro de mis vecinos -al cual mis padres apodan el cantaor-, cada fiesta en su casa, ya por las 3 de la mañana, le da por cantar en un estado variable de alcoholización.

Y de mis otros vecinos -a los que solo me faltan excusas para odiar más-, el hijo de en medio -que es policía-, le da por tomar de vez en cuando y termina en la calle, con la música de su automóvil a todo volumen -generalmente música banda o norteña-, gritando con su amigo -que también es mi vecino- cualquier estupidez de esas que gritas cuando estas ebrio.

Por eso, cuando haga una fiesta en mi casa -jajaja, si como no, en especial por lo social que soy-, contrataré a un grupo de rock o por lo menos, le pediré al rana que traiga a Alone in the darkness -su banda- y que toquen rock a todo volumen toda la noche, para que vean mis vecinos lo que es que perturben tu paz y tranquilidad: Ojo por ojo, diente por diente, tímpano por tímpano y canción por canción... from dusk till dawn.

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