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En mi reloj son las 23:10, en escasos 50 minutos, México tendrá nuevo presidente. La expectativa es grande... mañana en la toma de posesión oficial se esperan manifestaciones por parte de simpatizantes del candidato no ganador.
Después del circo que actúan los legisladores en la cámara baja, sería poco pensar que arrojaran huevos al vehículo donde se movilice el nuevo presidente (como sucedió en la toma de poder para el segundo periodo del presidente de EE.UU., George W. Bush). En realidad, estos días próximos son muy desconcertantes... y más para un futuro ingeniero desempleado, teniendo en cuenta que cada nuevo sexenio, las inversiones se detienen y el país se prepara para una devaluación de su moneda. Afortunadamente, el peso mexicano ya no se puede devaluar debido a que ya no mantiene una relación estable con el dólar, ahora el peso fluctúa en su poder adquisitivo en base a sus reservas de oro internacionales; ahora el peso se desvalora, no se devalúa, efecto que sería igual de devastador, pero que no es tan posible como en un pasado.
A fin de cuentas, las expectativas que genera un cambio de gobierno en México, hace que las empresas no se arriesguen a invertir más dinero y por lo tanto a contratar más personal, cosa que como ya dije, no es buena para un futuro ingeniero desempleado.
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En mi reloj son las 23:10, en escasos 50 minutos, México tendrá nuevo presidente. La expectativa es grande... mañana en la toma de posesión oficial se esperan manifestaciones por parte de simpatizantes del candidato no ganador.
Después del circo que actúan los legisladores en la cámara baja, sería poco pensar que arrojaran huevos al vehículo donde se movilice el nuevo presidente (como sucedió en la toma de poder para el segundo periodo del presidente de EE.UU., George W. Bush). En realidad, estos días próximos son muy desconcertantes... y más para un futuro ingeniero desempleado, teniendo en cuenta que cada nuevo sexenio, las inversiones se detienen y el país se prepara para una devaluación de su moneda. Afortunadamente, el peso mexicano ya no se puede devaluar debido a que ya no mantiene una relación estable con el dólar, ahora el peso fluctúa en su poder adquisitivo en base a sus reservas de oro internacionales; ahora el peso se desvalora, no se devalúa, efecto que sería igual de devastador, pero que no es tan posible como en un pasado.
A fin de cuentas, las expectativas que genera un cambio de gobierno en México, hace que las empresas no se arriesguen a invertir más dinero y por lo tanto a contratar más personal, cosa que como ya dije, no es buena para un futuro ingeniero desempleado.
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